Tierra fértil da paso a la obra genealógica de Carlos Santiago Rodríguez
La tierra que vio nacer al artista Carlos Santiago Rodríguez es la misma que ha dado forma a su obra ancestral, dedicada a la memoria de su familia y, en especial, a la de sus padres. El artista, más allá de integrar elementos que destacan el arte contemporáneo, incorpora tierra en su trabajo. Su arte consiste en manipularla para dibujar el rostros de cada uno de sus familiares: sus padres, abuelos, bisabuelos, entre otros que vivieron en el 1930, conviertiendo la obra en una autobiografía. Santiago Rodríguez se inició en el arte hace 14 años en la escuela de Artes Plásticas de San Juan. Hoy día, instalado hace ocho años en Ponce, tiene ante sí el reto de presentar a finales de este año el proyecto de tesis para su maestría en Pintura y Dibujo, de la Pontificia Universidad Católica de Ponce (PUCPR), compuesto por obras de tierra sobre tela, acrílico y monotipos, entre otras. Para realizar sus obras figurativas, el artista se ha dado a la tarea de conseguir fotos de su linaje familiar. Luego mezcla tierra con pega blanca y pigmentos y, de esta forma, revive e inmortaliza sus memorias familiares. Va más allá al rendirle homenaje con su arte a aquel allegado que nunca conoció.
“Mi arte es uno figurativo y de corte social. La propuesta que finalmente estoy desarrollando es un homenaje ancestral. Toda esa memoria escondida, que por alguna razón se pierde, yo la rescato. Cada propuesta se convierte en una autobiográfica. Los elementos familiares le dan color a la obra. He mirado hacia dentro de mí para encontrarme. Esa tierra es donde me crié y tiene su historia”, relató mientras mostraba fotos de familiares, preservadas como un tesoro. Más aun, Santiago Rodríguez, de 36 años, ha dibujado el nacimiento de su hija Karla Santiago, quien actualmente tiene ocho años. También, trazó en óleo sobre tela la muerte de su madre a raíz del cáncer y con tierra dibujó una memoria que guarda de niño junto a sus padres. Su propuesta artística está compuesta por 25 piezas.

“Mi obra se nutre de la historia visual, oral y de las imágenes que interpreto con mis pinturas. He creado pinturas de cuando bebé, mis hermanas y mis papás. A mi mamá antes de morir de cáncer, abuelos, bisabuelos, primos. Para mi tesis incluiré obras en tierra y hasta monotipos de mi familia, que son dibujos que no se pueden repetir, porque son únicos y la forma más arcaica de dibujar”, explicó, mostrando parte de su obra expuesta en la d’Orsée Fine Art Gallery de Ponce.

Santiago Rodríguez presentará para finales de este año su tesis, obra fusionada entre arte contemporáneo y su propia historia genealógica
Por Belinda Z. Burgos González / ÍNDICE Suroeste